Para siempre buscarte, no te encontraba,
mi boca con tu nombre se inundaba,
tu espalda a diario que inventaba,
tu nido que se hundía en nuestra almohada,
tu pelvis que jadeaba por el hijo que deseabas,
y el día a día apenas importaba.
Pero la felicidad, como el drama,
Termina desvaneciéndose,
como el aleteo de un pájaro moribundo
y aun hoy, como un idiota mastico
la esencia de un amor rumiante.
Tu mirada ya no esta al alcance de la mía,
como tu seguro imaginabas.
Tal vez sea como una bala,
que a mi no estaba destinada.
Eso será en otro amanecer,
en otro amor,
en otros territorios de dedos y sueños al acecho.
Y donde solo la luz sea menguante.
Lo bueno de la paciencia, mi amor
es la belleza de su tiempo.
Sucede, que estoy considerando humanamente,
todo lo insípido posible,
todo el silencio putrefacto,
para un olvido bien organizado.
Entonces, ni los recuerdos, ni tu perfume,
me pondrán en la desagradable evidencia,
de saber que aun te ame tanto.
Alberto Federico Córdoba Basualdo
04/2008
Alberto Federico Córdoba Basualdo
04/2008
amorenfuga@aol.com
1 comentario:
Tras el Olvido , porque realmente el olvido no existe, capítulos o épocas de nuestras vidas pasan se hacen parte de nuestra historia.
Felicitaciones , gracias por deleitarnos con su poesía.
Saludos.
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