Siembra mi alma
en tus venas,
dispérsala por tus arterias,
un pedazo de mi alma
en cada punto cardinal de tu cuerpo.
Siembra en ella todos mis llantos,
mis penas, mis lamentos
y no permitas a otra alma
que sufra todo lo que yo
estoy sufriendo.
Siembra mi esencia
en las profundidades de tus cavernas
y si acaso sientes a mi alma
querer escapar,
por favor no lo permitas,
asfixiala para siempre
asfixiala para siempre
en el río de tu turbulencia.
Siembra en tu piel
mis besos, mis deseos, la pasión
de amarte así con la esperanza
perdida de algún día amarte menos.
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ir/puerto rico
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