Me jode confesarlo pero la vida es también un bandoneón hay quien sostiene que lo toca dios pero yo estoy seguro de que es Troilo ya que dios apenas toca el arpa y mal
fuere quien fuere lo cierto es que nos estira en un solo ademán purísimo y luego nos reduce de a poco a casi nada y claro nos arranca confesiones quejas que son clamores vértebras de alegría esperanzas que vuelven como los hijos pródigos y sobre todo como los estribillos
me jode confesarlo porque lo cierto es que hoy en día pocos quieren ser tango la natural tendencia es a ser rumba o mambo o chachachá o merengue o bolero o tal vez casino en último caso valsecito o milonga pasodoble jamás pero cuando dios o Pichuco o quien sea toma entre sus manos la vida y le sugiere que llore o regocije uno siente el tremendo decoro de ser tango y se deja cantar y ni se acuerda que allá espera el estuche.
De: Cotidianas |
2 comentarios:
Increíble Sole!! la verdad, no sé que comentar sobre esta magnífica obra, porque cuando la lees sientes volar todo a tu alrededor como un reloj de sol, recibe mis saludos.
Cierto es Félix yo me siento así tambien , si duda Don Mario siempre estara presente en mi y en todos aquellos que admiramos su obra. Un
beso .
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