Ayer le escribió a mis amigos; dice que me quiere;
sin remedio sigue pensando en mi .
Ayer, yo tenía en mi garganta miles de alfileres
porque mi voz preguntaba solo por él
Ayer la distancia se evaporó, se hizo humo।
Los recuerdos nos unieron y en nuestros lechos
volvieron a convertirse en prohibido jugo,
aquellas caricias que marcaron nuestros cuerpos।
Hoy yo también brindo por los recuerdos,
que me trae la lluvia y el viento,
hoy brindo por una noche sin luna y sin estrellas
más todo cambia y se transforma
regresando tal vez como ahora en la sonrisa
que mi rostro aflora cuando pienso en él।
Me cuesta tanto olvidarlo yo, que bebí lentamente
como cascadas nuestros besos,
yo, que como lluvia de otoño me derramé en su cuerpo
Mañana , será por fuerza otro día impredecible
pero esta noche sigo siendo suya en el verso
pues... yo también, todavía lo quiero.
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