
persigues
como sombra,
y a mi lado vas?
¿Por qué se encuentran
mis manos vacías
y ya no tengo lágrimas
en el lágrimar?
Te ries, te burlas,
te mofas,
te siento bailando
en mi aposento,
me haces sentir
cuál hoja seca
que es arrastrada
por el viento.
Como si fueras
mi propia alma
te has aferrado a mi
no me dejas quietud,
ni calma
porque mi todo,
todo ya es de ti.
Y ya en mi,
no hay lagrimas
Aún siendo así
te amo a tí,
con susto,
con miedo,
con faz pálida.
Te busco,
te encuentro,
¿aún estas ahí?
AMOR
soledad
No hay comentarios:
Publicar un comentario